Desde hace muchos años ya, alimentarse inadecuadamente ha sido una
actividad traspasada de generación en generación. Actualmente, este problema
sigue así he incluso en ascenso, esto porque desde pequeños las madres muchas
veces no educan a sus hijos a como alimentarse correctamente y muchas veces por desinterés no se informan y no le toman la
real importancia al tema. Sin embargo, es
de gran importancia promover la buena
alimentación desde pequeños para en el futuro evitar el gran problema de la
Obesidad o mal nutrición.
Las experiencias positivas durante la primera
infancia tienen buenos efectos en el desarrollo cerebral, en el crecimiento, en
el fortalecimiento de los huesos, etc. A la inversa, la falta de estimulación y
de cuidados de adultos significativos en edades tempranas tiene consecuencias
devastadoras e irreversibles generando
enfermedades como la anemia, el bocio, escorbuto o raquitismo entre otras.
Son varios los factores que intervienen
el proceso de una mala alimentación, a continuación se darán a conocer los más
importantes
- Influencia
Publicitaria: Televisión, radio, panorámicos, prensa,
Internet entre otros, presentan la comida chatarra como un alimento mucho más
apetitoso, incentivando a la población elegir esos productos y no alimentos
sanos.
- Influencia
Social: Colegio, amigos, centros comerciales
etc.; pues muchas veces niños, adolescentes y hasta adultos comen mal porque el
amigo/a del lado esta consumiendo un alimento que se ve mucho mas rico y
apetitoso, independiente si sea sano o no o si aporte lo que la persona
realmente necesita y no sólo exceso de calorías.
I- nfluencia
Familiar: Padres, hermanos, primos, tíos, pareja,
etc. El núcleo o entorno en el que nos desenvolvemos en esencial, se dice que
si se tiene una madre y un padre obesos, el hijo desde pequeño aprenderá el
mismo hábito de alimentarse inadecuadamente.
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